lunes, 15 de mayo de 2017

Capítulo 8

Según este punto de vista basado en los patrones de conectividad neuronal, los tipos de conocimiento y memoria no estarían separados y clasificados a lo largo de distintas zonas del cerebro, sino que son difusos y cambian constantemente, ya que forman parte de la actividad en tiempo real que se produce con el intercambio de información de las neuronas. Aunque tenemos un recipiente de recuerdos esperando a ser llenado con contenidos.

Los recuerdos no son algo aislado y que podamos resumir simplemente con palabras; suelen tener una periferia de sensaciones que no es fácil de identificar si no le prestamos atención. De hecho, se ha comprobado la existencia de una curiosa influencia del estado emocional sobre el almacenamient y recuperación de recuerdos.

Una de estas clasificaciones es la que sirve para crear tipos de memoria según la duración de los recuerdos. En primer lugar tenemos la memoria sensorial, en la que los recuerdos son muy primarios y duran unos pocos centenares de milisegundos. En segundo lugar encontramos la memoria a corto plazo, que dura entre 15 y 20 segundos y cuyos contenidos tienen que ver con lo que estamos pensando en ese momento. Este es un tipo de memoria importantísimo cuando estamos dedicándonos a tareas específicas como resolver un rompecabezas o elaborar una respuesta a lo que se nos está preguntando, y por eso también se la conoce como memoria de trabajo.
En tercer y último lugar tenemos la memoria de largo plazo, que es la que está relacionada con aquello que aprendemos y lo que podemos conservar durante toda la vida, eso sí, con ligeras modificaciones.

1 comentario:

  1. Hasta aquí hemos llegado, querida mía. Espero que tengas todo el éxito a partir de ahora. Un placer contar con tu presencia. Un abrazo.

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