El primer capítulo del libro comienza hablando de que las personas sabemos reconocer lo que nos hace mal y nos hace bien. Yo creo que mucho tiene que ver con el instinto, que ya tenemos por naturaleza, y otras por que nos las van inculcando desde pequeños.
Tu no naces sabiendo que si bebes lejía te puedes morir, no. Eso es algo que te enseñan, te explican el por qué y luego tu vas asociando.
Después, el tema de la mentira, claro que hay ocasiones en las que piensas que mentir es la solución más rápida e indolora. Pero realmente nos vale la pena mentir a nuestros seres queridos, amigos... Solo por evitarles un poco de sufrimiento (Pongo este ejemplo, como podría poner cualquier otro, ya que no siempre se miente para evitar el sufrimiento de alguien) Traicionar su confianza, sentirnos mal con nosotros mismos, por el simple hecho de conocer una verdad que nuestros seres queridos no saben y deberían saber. Porque considero, que ocultar una verdad, también es una forma de mentir. ¿Por qué no?
Nos inculcan desde pequeños en nuestra casa que no se debe mentir, que se coge primero a un mentiroso que a un cojo. Entonces que es lo mejor? En mi opinión, se debe ir siempre con la verdad. Un enfermo de cáncer terminal, merece saber que se muere.
Y eso de que a los sinceros se les suele coger manía, pues hay otra frase muy oída que dice; "En un mundo de hipócritas, los sinceros somos los malos"
En el primer capítulo del libro, también se puede leer unas cuantas veces que el hombre, supuesta mente, hacemos lo que nos conviene, lo que es mejor para nosotros, o al menos lo que se supone que lo va a ser no? Pero no siempre es así. ¿Qué hay de las drogas? Del daño que hacen a nuestro cuerpo y sin embargo, hay gente que decide tomarlas e incluso llegan a acabar con su vida por su abuso.
Y ahora, para finalizar;
-¿El ser humano es libre?
-¿Somos máquinas?
Mi opinión es que es un poco repartido el tema.
Podemos ser máquinas por el hecho de que solemos seguir unas pautas o una rutina. (Levantarse, desayunar, trabajar, comer, trabajar, cenar, dormir. Levantarse, desayunar, trabajar, comer...) Y así día tras día.
Pero también somos libres, somos todo lo libres que nuestra mente nos permita serlo. Podemos estar en nuestra habitación, en cama tirados y nuestra imaginación llevarnos de viaje hasta el desierto del Sáhara. Por poner uno de mil millones de ejemplos que podría poner.
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